Cortes precisos
Una chispa de inspiración
Un haz invisible corta una varilla metálica como si fuera mantequilla. Las chispas vuelan y segundos después una parte de la varilla cae al suelo. El haz mágico se origina en un tubo de vidrio dentro de una máquina de corte láser. En ella, las partículas excitadas en un medio activo, como el gas de dióxido de carbono (CO2), emiten fotones que son reflejados múltiples veces mediante espejos. Uno de los espejos es semitransparente y las partículas finalmente escapan en forma de un haz de alta energía que puede viajar casi indefinidamente. Pero este haz de luz también puede resultar muy útil en la fabricación. Si se enfoca sobre un punto estrecho, el haz puede incluso convertir en vapor el acero sólido. El tubo de vidrio mencionado anteriormente también se denomina "resonador". Es la fuente del láser y un componente central de toda máquina de corte láser. También es el producto en el que está especializada la empresa china RECI. "Nos centramos en la producción, I+D y comercialización de láseres de CO2. Hoy en día somos el mayor productor de láseres de CO2 del mundo", afirma Lu Chundi, directora general de RECI. Los láseres de CO2 tienen una eficiencia especialmente alta y se utilizan habitualmente en la industria para cortar y soldar. "Los láseres de CO2 de RECI se utilizan principalmente para el corte y tallado de pieles y otras telas no metálicas, explica Chundi. Y aunque estas aplicaciones no requieren que el haz tenga la misma intensidad que se requiere para cortar metal, todos los componentes deben ser de la máxima calidad.
La importancia de unos tubos rectos
Una característica de los tubos de vidrio que conforman la cámara del resonador es particularmente importante: su rectitud. "Un rayo láser representa una línea perfectamente recta. Para evitar interferencias, el contenedor que recorre también debe ser lo más recto posible", explica Marko Yang, director de cuentas de SCHOTT en Shanghái. El problema es que cuanto más largo es el tubo de vidrio, mayor es su curvatura. Los tubos resonadores estándar tienen una longitud de 1.5 m. "Por lo tanto, aunque solo se desvía unos pocos milímetros de la línea recta, puede provocar un mal funcionamiento de las máquinas si no se manipula correctamente en tubos de este tamaño", añade Yang.
¿Por qué DURAN®?
Este es precisamente el motivo por el que los tubos DURAN® de SCHOTT siguen siendo la primera opción para RECI. "Su calidad es buena y confiable, y las estrictas tolerancias que necesitamos permanecen estables a lo largo del tiempo", afirma Chundi, directora general de RECI. Y aunque hay varios competidores con precios más bajos en el mercado chino, siguen prefiriendo los tubos SCHOTT . "A pesar de que el precio por kilogramo de DURAN® es superior al de los tubos chinos locales, los costes totales de producción de los tubos de vidrio para láser son inferiores en nuestros productos", explica Yang. Esto se debe a que con los productos locales es necesario corregir la rectitud de los tubos de una manera muy amplia y, por lo tanto, costosa.
Para reforzar su ventaja en el mercado, RECI comenzó a producir recientemente su tercera generación de láseres. Presenta varias ventajas en comparación con los modelos anteriores: "menos defectos, mayor estabilidad y una vida útil más larga", resume Chundi. Este y otros avances en la industria del láser conforman una imagen muy prometedora del futuro. Marko Yang, director de cuentas de SCHOTT, corrobora esta afirmación: "Los láseres han recorrido un largo camino y están mejorando constantemente. SCHOTT siempre formará parte de este desarrollo y esperamos contribuir con nuestras propias innovaciones a lo largo del camino".